«Sólo quien toma conciencia de un problema está en condiciones de resolverlo» Las Dignas (El Salvador)
En el hoy de Colombia y del mundo, reafirmamos nuestra opción por las Mujeres, en medio de una sociedad patriarcal, capitalista y que nos excluye a las mujeres. Optamos por los niños y niñas que construyen presente y futuro.
La zona de mayor interacción de la Casa Cultural Tejiendo Sororidades, es la Comuna 18, ubicada al sur de la ciudad de Cali. A estos sectores llegan personas y familias que viven en la ciudad pero no tienen vivienda, otras vienen huyendo de las zonas de conflicto y/o pobreza, esperanzadas en un mejor futuro en la ciudad.
De acuerdo a nuestras posibilidades participamos en acciones colectivas en la ciudad y región que conlleven a la paz, la justicia social y el cuidado de la naturaleza. Apoyo a campañas de incidencia política sobre leyes en favor de las mujeres.
Caminos Transitados
Nacimos con el nombre de CENTRO CULTURAL POPULAR MELENDEZ en 1976 por iniciativa de un grupo de cristianos laicos y algunas religiosas que buscaban articular la fe cristiana con la praxis política. La primera acción fue la de crear bibliotecas populares con participación de toda la comunidad.
En 1979 , se crea una segunda sede, también ubicada en la comuna 18, en el barrio Prados del Sur.
En 1980 nos definimos jurídicamente como una ONG de carácter popular.
En 2005 realizamos una autoevaluación general del proyecto, la cual dio como resultado una reestructuración y énfasis en la perspectiva de género y la descentralización del trabajo de nuestras sedes, para llegar mejor a la población de la periferia. Se hicieron cambios a nivel metodológico especialmente, reafirmado nuestra vocación de educadoras populares feministas. Se iniciaron varios grupos de autoconciencia femenina en diferentes lugares, bien sea sus casas o Casetas del sector. Además se adoptó el nombre social que hoy nos identifica: Casa Cultural Tejiendo Sororidades.
Desde la fundación hemos mantenido una presencia activa y continuada en la ciudad de Cali.—————————————————————————————————————————————————-

Misión
Promover y acompañar grupos de niños y niñas formándolos en valores de solidaridad y creatividad, con perspectiva de género.Para ello, convocamos, organizamos y acompañamos grupos y comunidades de mujeres, niños y niñas, en los cuales estos procesos de conciencia crítica y desarrollo autónomo, se propicien en diferentes aspectos de la vida social, espiritual, laboral, cultural y familiar para la libre expresión creativa de sueños, comunidades bíblicas y de fe y grupos de apoyo a su independencia económica.
Visión
Nos situamos en perspectiva crítica y de resistencia activa ante el sistema patriarcal, ya que nuestra opción prioritaria son las mujeres, niñas y niños, con énfasis en la población de escasos recursos, comprometidas con el ejercicio de sus derechos y el respeto a la equidad y la diversidad.
Optamos por una conservación ecoambiental de la tierra y de la calidad de vida para todas y todos en sana comunión con la Naturaleza, desde una vida urbana armónica. Nos ubicamos en la periferia, en la resistencia y en la alternatividad.
La sororidad como horizonte:
“La sororidad es el vehículo que nos transporta hacia ese mundo nuevo que se acaricia y que se sueña. La sororidad se convierte en metodología y objetivo, en etapa y en meta”
Mujeres que han sido marginadas y maltratadas por siglos, cuya memoria de género les ha sido borrada y distorsionada, no pueden realizar su aporte, hasta tanto no hayan recuperado su ser, su identidad o estén en camino de hacerlo.
De esta manera, optar por la mujer, supone apoyar e impulsar procesos en los que las mujeres puedan encontrarse y descubrirse a sí mismas. Solo si ellas se convierten en sujetas plenas y conscientes, de caminos liberadores, podemos pensar en un universo de relaciones sociales, afectivas, políticas y económicas distintas; podemos pensar en un mundo distinto, transformado. Un mundo en el que la dinámica dominante no sea la del poder y la guerra, sino la de la colaboración y la acogida.
Se hace necesario a las mujeres recuperar su herencia femenina, encontrarse con sus madres, abuelas, tías, hermanas mayores y recuperar el orgullo de sus tradiciones de mujeres. Pero no sólo eso, es igualmente necesario recuperar la tradición de mujeres en la historia, la sociedad, la política, la iglesia, la educación… la mujer descubre que necesita espejos reales y fidedignos en los cuales mirarse y descubrirse.
La memoria es algo que se hereda y se construye, pero es algo ineludible en los caminos de la subjetividad, las mujeres populares en este nuevo siglo están apenas iniciando esa construcción.
Pretendemos acompañar a las mujeres en sus vidas y procesos, de manera que las apoyemos en el desarrollo de su conciencia crítica y de su autonomía como sujetos, en sus resistencias a la exclusión y opresión, en la construcción de sus liderazgos y empoderamientos y en general en la resistencia a la sociedad patriarcal y en la construcción de una sociedad sororal. – Carmiña Navia